"Yo no voy a hablar mal de la mamá de mis hijos", indicó el futbolista Michael Ortega al dar explicaciones sobre la polémica suscitada entre sus dos exparejas, Andrea Valdiri y Laura Jaramillo, en la que cada una tiene un punto de vista diferente de las relaciones que en su momento tuvieron con el jugador. 

En entrevista con el programa La Red Caracol, este sábado el volante del Pasto dijo que Andrea Valdiri era "la mujer de su vida" y desmintió que su relación con la modelo hubiera sido la causa de su separación.

"Me duele que tú estés dañando la imagen del padre de tus hijos", anotó el jugador que inició con la entrevista con una frase sacada del argot popilar que "el lobo siempre será malo mientras sólo se escuché la versión de Caperucita".

Negó que él le hubiera pedido un tiempo. "Yo no soy ningún reloj para pedirle tiempo a nadie;  yo a ella jamás le pedí un tiempo.  Yo siempre le hablé las cosas claras como son en la cara, yo tenía motivos para terminar. Ella sabía los motivos", anotó Michael Ortega.

 Preguntado cuáles eran los motivos, él dijo que eran muchos.

"Creo que mucha gente conoce que hay pruebas y ese tema no quiero opinar porque quiero tratar de que ella sea consciente del daño que hizo", indicó.

El periodista le preguntó si era una infidelidad, él dijo que tiene prohibido hablar de ese tema. "No quiero hablar", anotó.

"Sé que ella tiene cosas que son buenas también. Y ella sabe lo que hizo bueno y lo que hizo mal. Eso está en su conciencia", expresó Ortega.

Andrea Valdiri lo ayudó

Ortega contó que Laura Jaramillo lo demandó por alimentos cuando él entregaba entre 5 y 7 millones de pesos mensuales, cuando la ley le decía que eran 1,5 millones y dijo que lo hizo porque era consciente que era con esa suma no podían vivir bien sus hijos.

Contó que por la demanda de alimentos estuvo 4 meses sin recibir salario y quien se hizo cargo de todos los gastos fue Andrea Valdiri.

Además, Ortega mostró un video con el cual acusa a Jaramillo de haber vendido una ropa que le compró a sus hijos en Miami, por valor de 2 mil dólares, que luego Jaramillo vendió en un millón de pesos.  

Todas estas acusaciones cursan en un juzgado de familia en Barranquilla. 

Este caso, entre 'famosos' locales, no parece tener fin. Saque usted sus propias conclusiones.